martes, 5 de octubre de 2010

El nuevo avión caza-huracanes


Los ojos de los meteorólogos en el cielo


Para pronosticar la trayectoria de los fenómenos ciclónicos, los meteorólogos con frecuencia tienen que desafiar a la Madre Naturaleza y arriesgar sus vidas volando en medio de la tempestad a bordo de aviones caza-huracanes.

Una nueva arma para pronósticos

Para la temporada ciclónica del 2010, que según expertos será activa, los meteorólogos sumaron a sus herramientas de pronóstico el avión caza-huracanes considerado el más moderno en su clase.

Se trata del nuevo WP-3D Orión, y es el único en Estados Unidos. Su función es la de predecir con mayor exactitud la magnitud, ubicación y dirección de un huracán, y de esta manera anticipar a la población para que tome las medidas de prevención necesarias y a tiempo.

Dotado con tecnología de punta el nuevo caza-huracanes no sólo apoya programas de investigación y realiza misiones experimentales, sino que tiene una participación protagónica cuando se genera un disturbio atmosférico.

El avión, que puede volar por periodos de 15 horas consecutivas, tiene la capacidad de elevarse a 20 mil pies de altura, y como en las películas de ciencia ficción, desafía los vientos, lluvia y hasta granizo de las tormentas para ingresar hasta el ojo del huracán.

Durante este proceso de vuelo, va recabando información a través de sus radares y especialmente gracias a un aparato conocido como radiosonda.

Se trata de un pequeño cilindro el cual es lanzado del avión con un paracaídas, lo cual hace que su caída sea lenta. La información que va recogiendo es transmitida a través de chips a computadoras.

Este, además de ser un proceso complejo, es bastante caro pues cada radiosonda tiene un costo de $700 dólares y en cada vuelo de reconocimiento de un huracán se lanzan un promedio de 70 cilindros.

Lo que significaría casi $50 mil dólares de costo, además las radiosondas no son recuperables.

Pero los expertos consideran que este valor merece la pena pues se trata de un instrumento esencial en el pronóstico del huracán que ayuda a salvar vidas.

El meteorólogo a bordo del avión es el encargado de analizar la información recogida, interpretarla y emitir su pronóstico al Centro Nacional de Huracanes, el cual a su vez lo dará a conocer a los medios de comunicación y éstos a la población para que se prepare.

El avión que está bajo la sombrilla del Departamento de Comercio de Estados Unidos brinda sus servicios a NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica). Por lo que en cada vuelo viaja un meteorólogo. Además, los pilotos que lo manejan pertenecen a la Fuerza Aérea y han recibido entrenamiento especial.

El caza-huracán vigila las aguas y vientos de los océanos en caso que éstos se tornen peligrosos y de ser así, estará listo para alertar a la comunidad antes que toque tierra o evitará evacuaciones innecesarias.